Salió la primera fecha del año.
Se dió de un modo inesperado pero que me encanta. A guitarra y voz, bien de fogón. Surgió una fecha para un viernes, me invitaron el martes y ahí estuve.
Generalmente no venía haciendo nada tan espontáneo y lo necesitaba. Cada fecha con la banda, eléctrica o acústica, estemos todos o algunos, se preparan con tiempo y con mucho trabajo, tratando de no dejar muchas cosas libradas al azar. Pero a veces también se necesita esto. La espontaneidad y la sorpresa. Hubo muy poco tiempo de convocar, eso si. Y mucha gente de vacaciones, pero al fin, valió la fecha.
Compartí la noche con el Toto Rodriguez, un amigo con quien siempre es un placer y nos reimos y divertimos mucho cada vez que nos vemos, nuevamente con el gran Howard, esta vez acompañado de Lone Gunmen, que la rompen, y con Inmaculadamente, que ellos vinieron a banda completa con set eléctrico.
Gracias a quienes estuvieron presentes escuchando, a los amigos que compartieron desde arriba del escenario, al bar Psiquika y al chino por la invitación y a Juan de «El aguante al rock» por las gestiones.
El acústico a guitarra y voz le da otra cosa. El eléctrico a banda completa, y con estos compañeros de banda que la rompen se disfruta y mucho, con un nivel musical y un detalle tremendo, pero el ir solo con la guitarra y voz, es encontrarme conmigo mismo nuevamente desde la concepción de los temas, en momentos de recitar una letra y de contar una historia, con fondo musical de solo una guitarra y detalles mínimos.
Es, básicamente, la esencia de todo.
