Con algunos de los Edipo somos amigos desde la primaria y hasta fuimos al mismo colegio secundario juntos, El industrial Albert Thomas de La Plata. Algunos luego se fueron para la Media Nro 5 de Tolosa y ahí siguieron haciendo amigos con quienes se terminó conformando la banda.
Edipo era eso: Una banda de amigos que se juntaron una vez a tocar y siguieron siendo amigos el resto de la vida hasta hoy. Sumado a los que tocaban en la banda, también hubo un grupo de amigos siempre cerca. Yo estaba entre esos amigos. Entre los de arriba del escenario y los de abajo éramos como 14 o 15. Las combis partían llenas de los mismos a todos aquellos lugares de la provincia en que tocó estar. Anduvimos juntos por todos lados, durante 10 años.
Hemos recorrido tantas rutas, tantas veces. Hemos compartido tantas madrugadas, tantos caminos, en la calle y en la vida, porque, repito, además de una banda, siempre un grupo de amigos.
Yo tocaba la guitarra, en mi casa. Iba aprendiendo como podía. Hasta que en un momento Pablo Lima, cantante y guitarrista, decidió que prefería dejar la guitarra para dedicarse solo a la voz. Y me ofreció su lugar en guitarra.
A mi me encantaba Edipo, eran mis amigos a los que seguía por amigos, pero además me gustaba mucho su música. Y dije que si, claro! Aunque era para mí un desafío muy grande.
Yo tenía cero experiencia arriba de un escenario. Todo me costó el doble y volvía loco a mi profesor de guitarra hasta que mas o menos las cosas se encaminaban. Me resultó muy difícil pasar de tocar la guitarra criolla en casa a subirme a un escenario con la eléctrica y sonar junto al resto de la banda.
Toqué en la banda cerca de tres años, en donde disfruté mucho de los amigos, de los escenarios y de los tantos viajes, donde tocamos por muchos lugares de la provincia, también en varios festivales, teloneando a bandas muy convocantes que tanto me gustaban.
Luego vino la disolución, 10 años no es poco y la vida que iba cambiando, tampoco. Yo no me sentía así en ese momento, era el mas nuevo y sentí que había descubierto una pasión. Yo no quería bajarme de ahí, y sentí que era el momento de dedicarme mas. Seguí yendo a clases de guitarra, empecé clases de canto, y empecé a escribir mis primeras canciones. Edipo me había cambiado, me había hecho conocer algo de lo que no quería bajarme.
Y ahí empecé mi proyecto nuevo, que, entre distintas formaciones y bandas que se fueron armando y desarmando, terminó dándose de esta forma, llevando como nombre mi apellido «Natario», mis canciones, yo, y los amigos que se acerquen en el camino.
https://ediporock.bandcamp.com/album/la-vasta-galer-a-del-rock