«Vos que andás medio loquito, con ganas de largar todo e irte, mirate esta película» me dijeron.
Y entonces fuí y la ví, claro. Y me provocó una revolución por todos lados. Y acá se mezcla la recomendación de música con la recomendación de película.
La historia de un pibe joven, cansado de las obligaciones que nos imponen a veces la familia y la sociedad extraña en la que vivimos. Obligaciones «Normales» según ellos. «Estudiá mucho, trabajá todo el día, comprate la casa, el auto, consumí, consumí» y todos los muchos etcéteras que puede incluir esa forzada «normalidad».
La cuestión es que esta película cuenta una historia real. La historia de Christopher McCandless. Que decide en un momento de hartazgo, irse de su casa a recorrer los caminos, sin dinero, solo con su mochila, con el destino final de Alaska, pero en el medio pasando por un montón de otros lugares, conociendo gente, costumbres, y viviendo de una forma distinta a esa «normalidad» que tanto le agobiaba.
La película me gustó y me marcó, mucho. Y a medida que la iba viendo me iba dando cuenta de lo bien que quedaba cada canción que iba apareciendo. «Que bien elegidos los temas» pegan con el momento que está viviendo el protagonista.
«Far Behind» dice algo así «Mi sombra va conmigo debajo del gran sol, mientras dejamos todo muy atrás» . «Society» cuestionándole a la sociedad, en que se ha convertido y diciéndole «Espero que no te sientas sola sin mí». «Rise» a Ukelele y voz. «Hard Sun», «No Ceiling», «Guaranteed», «Setting Forth». Tremendo.
Entonces al terminar la película me puse a buscar cuales eran las canciones que componían la banda sonora y me sorprendió enterarme que todos los temas estaban cantados por la misma persona : Eddie Vedder, cantante de Pearl Jam.
Entonces al escuchar el disco me dí cuenta de que era completo, como las partes de la película. Momentos calmos, de viaje en medio de la nada, momentos tensos, que siempre hay. Canciones que critican esa extraña «normalidad» que vive la sociedad.
Y también desde lo musical descubrí algo. A mi siempre me gustó el rock. Y para mi el rock se tocaba fuerte, con batería, bajo, guitarras distorsionadas y no cabía en mi otra concepción de eso. Y acá llegué a la conclusión (a mi conclusíon, respetable o repudiable) de que el rock puede ser muchas cosas. Puede ser música pero también puede ser actitud, y en esto, este disco era un tremendo disco de rock. Con alguna canción solo a guitarra y voz, otra con Ukelele y voz. O si, en formato banda. Con los instrumentos que sean pero con la actitud necesaria. Y con sus miles de climas.
La voz de Eddie Vedder me llegó, y con eso además me trajo a Pearl Jam, banda que sigo escuchando al día de hoy. El disparador vino de otro lado pero ahí está. Otra banda que tiene de todo. Desde mucha intensidad a los temas mas tranquilos. Con la voz que va desde la mas profunda calma a prenderse fuego en el transcurso de un mismo tema. Pero bueno, para Pearl Jam ya habrá tiempo en alguna otra historia.
Que viva la libertad de «Alexander Supertramp» y la música que «nos llega», desde el lugar y de la forma que sea.